Mi andadura en el mundo de la artesanía se ha centrado fundamentalmente en el variopinto y maravilloso mundo de las mil y una telas, los hilos de colores y el sin fin de agujas. Mi historia comienza hace algunos años y doy fe que los inicios nunca son fáciles pero merecen la pena. La crisis aún golpeaba y mi contrato terminó sin renovación. 

Mi primer hijo nacería en dos meses, nuestra vida se había programado en Zaragoza a pesar de que mi pareja tenía el trabajo en su pueblo, Odón (Teruel). Fue momento de tomar decisiones y cambié mi rumbo. En un breve espacio de tiempo me convertí en madre y mujer rural de un pueblo de la ahora famosa llamada España Vaciada. Mis ganas de conectar con gente y aprender hicieron que me apuntara a un curso de patchwork. Allí conocí a unas mujeres maravillosas, mis amigas hoy, que sin saberlo ni pretenderlo, con ellas y el apoyo incansable de mi hermana Ana, comenzaron las puntadas de mi gran proyecto, todo comenzó como “El hilo de la Vida” nombre de gran significado para mi en mis inicios por eso lo podréis ver en muchas de mis publicaciones.